Llega una temporada más de anime y toca pensar en qué series pueden ser interesantes. El primer impulso nos insta a buscar la clásica tabla de animes de la temporada. Una vez la tenemos, echamos una ojeada a lo que la temporada nos ofrece.
Las imágenes son lo primero que nos llama. “Esta parece que tiene buena pinta“, pensamos. De esta otra ya habíamos visto algún tráiler y nos gustaba. Esta otra es de un estudio de animación cuyos productos no suelen gustar. Esta no me suena de nada, pero su director y su guionista trabajaron en otras series que nos encantaron en su momento. Aquí hay un par de segundas temporadas de animes que no nos interesaron con sus primeras partes. Series infantiles, series de episodios cortos de los cuales veremos uno o dos y no nos volveremos a acordar de ellas y alguna serie que de primeras ya nos parece que va a ser mala.
Da igual cuánto tiempo pasemos revisando la tabla, que finalmente acabaremos descargando los primeros episodios de todo lo que podamos por el camino, menos de esas series infantiles y ese par que se nos han atragantado. O tal vez sí, que queremos ver el opening, que es de un grupo o artista que nos gusta. O siempre lo podemos buscar en YouTube. Lo mismo da.
Descargamos el primer episodio de esa serie cuyo manga nos gustó mucho, o el de esa otra que proviene de una visual novel que apenas hemos jugado pero de la que somos fans. Esperamos mucho de ella. Acaba el primer episodio y nos quedamos mirando a la pantalla y pensando: “Ha estado bien“. Nos gusta, pero hay algo que falla. “Es que han ido muy rápido“. “Es que han cambiado todo el inicio“. Seguro que encontramos alguna excusa para que no nos acabe de convencer. No cumple con lo que esperábamos de ella, pero como la obra original nos gusta, pensamos que seguiremos viéndola.
Seguimos revisando la carpeta de descargas y hacemos doble click en el primer episodio de esa serie original de un estudio o guionista que conocemos. Apenas se sabe nada de la serie, pero lo poco que sabemos nos gusta. El último tráiler era genial. La música, la animación, todo parecía despuntar. Ha de ser el bombazo de la temporada, seguro. También esperamos mucho de la serie. El episodio nos parece bueno, porque nuestro instinto no nos falló y escogimos bien, pero al igual que en la anterior, hay algo agridulce en el regusto final. Sí, hemos pasado un rato entretenido, sin embargo no sentimos la necesidad de vernos el segundo episodio de inmediato. No pasa nada, es solo el primer episodio y todavía no nos hemos introducido en la historia del todo. Seguro que por el episodio 10 de la serie estamos irremediablemente enganchados a ella. Echamos un ojo a la tabla de la temporada y vemos que la serie tendrá solo 12 episodios. Bueno, esperemos que para el episodio 5 esto ya sea tan interesante como esperamos. Tiene potencial para ello.
En las redes sociales nuestros contactos están hablando muy bien de otra serie. Una de esas que no nos entraron por el ojo a la primera pero contra las que tampoco tenemos nada. Decidimos descargar el primer episodio para comprobar si merece la pena. Lo vemos y no nos parece mal. Muy típico todo, muy parecida a aquella otra serie, unos personajes muy simples, una historia muy manida. No tiene nada novedoso, pero se deja ver. Pensamos en darle una oportunidad.
La temporada sigue avanzando y nosotros vamos descargando episodios. Aquella adaptación que nos gustaba ya no nos gusta tanto. La serie que parecía tener potencial nos parece que lo desperdicia. Seguimos viendo aquella que recomendaban en las redes sociales aunque todavía nos parece una serie del montón. En estas últimas semanas hemos ido añadiendo a la lista algunas series más que no nos parecen estupendas, pero sí entretenidas. Nos conformamos con que nos entretengan un rato.
Entre todo lo que vemos puede que haya una serie o dos de las que queremos ver más episodios, del resto, nos importaría bien poco dejar de verlas de golpe. En esta se ve claramente lo que va a pasar, y en aquella otra no nos importa realmente por mucho que sigamos viéndola. Lo único que recordaremos para la posteridad será esa frase o escena graciosa que nos gustó en aquel episodio.
Nos sentimos algo decepcionados. Comenzamos a pensar que el anime ya no nos gusta tanto como antes, que el anime ha empeorado con el tiempo. Echamos la mirada atrás y recordamos algunas de las series que más nos gustaron de tiempos pasados. “Aquella serie sí que era buena“. “Ya podrían hacer una nueva temporada de esta otra“. “Este estudio era mejor antes“. En un ataque de nostalgia pensaremos en ver nuevamente alguna de esas series antiguas, o puede que en ver alguna de esas que tenemos en la lista de pendientes. Tal vez en meter nuevamente en la consola ese juego que tan buenas puntuaciones tiene y que a todo el mundo le parece una joya, pero al que nosotros no hemos echado más de un par de horas.
Tal vez hemos perdido la ilusión por el anime. Ya llevamos muchos años con él y puede que estemos demasiado mayores para que nos guste como antes. Pensamos en darnos un respiro, en dejar de ver anime un tiempo. En ese momento miramos el calendario. Una nueva temporada de anime está a punto de comenzar. Toca pensar en qué series pueden ser interesantes.
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